LA SUERTE DE LA INFANTA LEONOR
Desde luego, la Infanta Leonor es una de las niñas más afortunadas del Colegio Rosales, y no únicamente por ser nieta de los Reyes. La pequeña puede disfrutar casi todas las mañanas de ir al cole en compañía de sus padres, los Príncipes de Asturias, que salvo cuando están de viaje acuden junto a su hija a las puertas del centro para despedirla con un beso.
A Leonor se la ve encantada y feliz con su vida escolar. Vamos, que no le cuesta ningún esfuerzo separarse de sus padres. A los Príncipes se les queda la clásica cara de pena cuando ven a su niña desaparecer hacia el interior del recinto, no sin antes recibir largas (y tediosas) instrucciones de su madre. Letizia suele quedarse un rato hablando con la encargada de recibir a los niños, se supone que para explicarle detalladamente todo lo que concierne a su hija.
Y así, mientras la Princesa de Asturias explica e insiste en lo que ha comido la niña y otra menudencias, Felipe espera a que termine para regresar juntos a su residencia y comenzar la jornada del día. Desde luego, Leonor es toda una afortunada en comparación con la mayoría del resto de alumnos que o bien van en ruta escolar o con la madre o el padre, que suelen turnarse y hasta recurrir a los abuelos dado que a esas horas muchos ya están en sus lugares de trabajo.
La Infanta Leonor comenzó el colegio a mediados de septiembre. Su primer día fue toda una fiesta. Acudió de la mano de sus padres con su uniforme y su mochila de color rosa, regalo de la reina doña Sofía. “Hoy empiezo el colegio de mayores”, dijo la niña con la mayor de sus alegrías.
¿Que horario lleva el principe?. ¿La van tambien a buscar, cuando sale del cole?. ¿Por qué el resto de los padres no pueden hacer lo mismo?. ¿Por qué la nena vive en una burbuja y no se entera de lo que vale un peine? ¿Por qué la Leticia es tan coñazo?
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