08 octubre 2008

El futuro de la humanidad

Las «doce plagas» del cambio climático

Alertan de que las enfermedades del mundo animal pueden dar el salto a los humanos


La Sociedad para la Conservación de la Fauna Salvaje (Wildlife Conservation Society-WCS) alertó ayer en el congreso de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) que se celebra en Barcelona que el cambio climático traerá de la mano la propagación de doce graves enfermedades a través de los animales. Lo dijo Steven Sanderson, presidente de la oenegé, en una conferencia de título clarificador: Las Doce de la Muerte: enfermedades del mundo natural en la era del cambio climático.
La teoría de Sanderson es que las enfermedades infecciosas, hoy convertidas en endémicas en determinados países, podrían explotar con un cambio de temperaturas o un aumento de las precipitaciones y dar el salto para llegar a todo el mundo. Sanderson comentó que «el 60% de los patógenos susceptibles de afectar a los humanos, y más del 75% de los surgidos en las últimas dos décadas, son de origen animal» y el doctor William Karesh, que participó en el estudio, añadió: «Toda perturbación en el medio ambiente tiene efectos inmediatos sobre los animales salvajes porque no pueden adaptarse rápidamente».
Unas son mortales; otras, debilitantes o crónicas, y todas comparten un rasgo común; proceden del mundo animal y afectan a la especie humana. Los agentes transmisores son parásitos o insectos que prosperan en ambientes cálidos, mejor aun si son húmedos. Muchos de ellos han sido detectados ya fuera de sus áreas de distribución habitual. Los viajes transoceánicos y el comercio sin fronteras hacen el resto. La lista que ofrece la WCS es, cuando menos, preocupante:
Gripe aviar
Las aves, que tienen unos movimientos migratorios determinados, pueden verse alteradas por los cambios bruscos de tiempo, tanto por el exceso como por el defecto de lluvias y vientos impredecibles. Esto lo saben los gobiernos, que, desde el 2003, ven con preocupación cada temporada de gripe en Asia (ahí empieza), ante la posibilidad de que el virus más fuerte de todos, el H5N1, mute y pueda transmitirse entre humanos.
Marea roja
Son plagas más o menos controladas, pero el florecimiento de ciertas algas en la costa se puede descontrolar con las variaciones de la temperatura ambiental y del mar. Peligrosas, pueden llegar a ser mortales para las personas que consuman animales infectados. En Galicia, los mariscadores y bateeiros saben de su poder.
Parásitos intestinales
Los problemas diarreicos se suceden tras cada catástrofe por la contaminación de las aguas y porque, al variar los niveles del mar, los parásitos intestinales, muy habituales en el agua, pueden permanecer tiempo en contacto con los humanos.
Enfermedad del sueño
Endémica en gran parte del África central la enfermedad del sueño puede llegar al continente europeo a través de las migraciones o conforme el calor va subiendo por el hemisferio norte. Los sistemas que primero sufren la enfermedad son el cardiovascular, renal y endocrino.
Tuberculosis
El mal está actualmente muy vinculado al sida, pero también afecta a millones de animales en toda África. Es, de hecho, la enfermedad infecciosa con mayor prevalencia en el mundo. La relación entre animales y hombres puede fortalecer el desarrollo de una dolencia que nunca se ha erradicado completamente de Occidente.
Fiebre amarilla
Las lluvias también propician el desarrollo de la fiebre amarilla, a través de los mosquitos que la transmiten. Brasil y Argentina están sufriendo un gravísimo problema sanitario que ha aconsejado tomar medidas militares en la selva.
Cólera
Su nombre es, junto al de la peste, sinónimo de muerte. La transmite una bacteria que se reproduce, con la eficacia que caracteriza a este grupo de seres vivos, en el agua y los alimentos contaminados. La progresión de huracanes, terremotos y desastres naturales en lugares cálidos no hace más que convertir las ciudades en hervideros de infección donde la Vibrio cholerae vive a sus anchas.
Peste
También está vinculada a la pobreza y suciedad. La peste se transmite por una bacteria que vive en unas pulgas que tienen en las ratas a sus más importantes huéspedes. Si faltan los roedores, los insectos no dudan en saltar a los humanos. Una vez contagiada una persona, puede extender la peste con enorme facilidad sin necesidad de tener contacto físico con otros.
Ébola
De transmisión rapidísima, el ébola es un virus mortal que por el momento no tiene cura. Entre humanos se contagia con suma facilidad, aunque su génesis parte de las colonias de monos. Los últimos estudios indican que los brotes están muy relacionados con las variaciones inesperadas de las épocas de lluvias.
Enfermedad de Lyme
Se transmite por la picadura de una garrapata y este animal encuentra cada vez más espacio para vivir gracias al aumento de las temperaturas. Parecida a la gripe por sus síntomas, inicialmente se cura con antibióticos; si no se trata, conlleva complicaciones en las articulaciones, el corazón y el sistema nervioso.
Babebiosis
Se transmite igualmente por la picadura de una garrapata y, aunque no es mortal, convierte a su anfitrión en una persona débil a la que le afectan otras enfermedades. En los últimos años pasó de limitarse al este de África a extenderse por Europa y Estados Unidos.
Fiebre del Valle del Rift
Mortal para los animales, es un virus que se transmite por la picadura de un mosquito y que ya se ha localizado desde Somalia al norte de África y últimamente también en Arabia Saudí.



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