02 octubre 2008

A chupar del bote, amigo

No hay austeridad para el cine español: el Gobierno le 'regala' casi 100 millones de euros




El esfuerzo de guerra de los Presupuestos Generales del Estado “más austeros en décadas” –Solbes dixit- no alcanza al cine español. En un año de penuria económica en el que casi todas las partidas y ministerios sufren recortes, el Fondo de Protección a la Cinematografía dispondrá de 88 millones de euros –frente a los 85 del año anterior.
Su objetivo es subvencionar películas nacionales y “dar respuesta a la demanda del público que ama una cinematografía que le es propia y en la que se ve reflejado”, expone con convicción el Ministerio Cultura, que canalizará a través de las comunidades autónomas otros 11,5 millones en ayudas a la exhibición y la producción.

Ahora bien, ¿ama realmente el público el cine español? Aunque 2008 parece haber arrancado con mejor pie, los datos del pasado ejercicio son alarmantes. La industria cinematográfica perdió en 2007 la friolera de 5,6 millones de espectadores en la salas, tras pasar de 18,7 millones a 12,9, una caída que duplicaba la registrada en 2006. Además, apenas tuvo una cuota de pantalla del 12,7%, casi tres puntos menos que en 2006, según los datos del Instituto de Cinematografía (ICAA). Cuesta abajo en la rodada, la recaudación se redujo en 28 millones, al pasar de 98,4 millones a 70. Pese a los datos, la aprobación de la polémica Ley de Cine avaló un incremento de ese Fondo de Protección de los 66 millones de 2006 a los 85 de 2007.

Bajo el programa Cinematografía, englobado en los presupuestos del Ministerio de Cultura para el año próximo, se recoge el amplio abanico de ayudas al que puede acceder la industria. El principal montante, 55 millones de euros, se lo repartirían en subvenciones que van de los 285.000 al millón de euros unos 120 largometrajes estrenados y con 12 meses de explotación comercial. Sólo 15 proyectos accederán a la máxima ayuda y, en todo caso, se vincula su concesión a que ésta no supere el 15% de la recaudación bruta ni el 33% de la inversión del productor. Según los cálculos del Ministerio, una película cuesta de media unos 2,7 millones de euros, lo que da idea del porcentaje que supone la subvención.

Si acertamos

Más de 40 proyectos de nuevos realizadores, documentales u obras experimentales se repartirán 10 millones de euros. Cultura busca promover óperas primas y cine de autor, aspirando a mejorar la oferta con producciones que “por modestas o novedosas no deben caer en la zafiedad o en los términos de fáciles recursos comerciales”. Eso sí, admite que eso se producirá “si la precisión y visión profesional nos lleva acertar en la formación de las correspondientes comisiones de selección”.

Aunque estos dos grupos contemplan la parte del león de las subvenciones, existe una pléyade de pequeñas aportaciones que hacen pensar que no habrá proyecto cinematográfico sin ayuda. Por ejemplo, hay dos millones de euros para cortometrajes, 600.000 euros para el desarrollo de guiones y hasta ayudas selectivas para la conservación de negativos y soportes originales. No queda fuera del reparto la distribución, en aquellos casos de películas comunitarias y en versión original subtitulada, que dispondrán de 2,5 millones. También se destinan 1,5 millones de euros a proyectos relacionados con la I+D+i y la misma cuantía a los que incorporen nuevas tecnologías al sector. Incluso el Instituto de Crédito Oficial (ICO) intervendrá para la bonificación de intereses de los préstamos a la producción.

El Gobierno pretende con este programa favorecer 165 nuevas producciones, que el cine español alcance una cuota de pantalla del 18% y elevar a 20 millones el número de espectadores que asisten a las salas para ver cine español. Cifras estas dos últimas que, si se comparan con las de 2008, parecen un tanto utópicas. “Si financiar una película es difícil por las grandes inversiones iniciales que haya que hacer, siempre con un incierto resultado, aún más difícil es amortizarlas en un mercado abierto y competitivo –explica Cultura. Por eso la necesidad del apoyo económico público a dicho sector”.


Está clarísimo, hay que ayudar a los amigotes y pagar los favores recibidos de "intelectuales", "artistillas", "directorcillos" y demás morralla.
Ya que no se les puede nombras "asesores" a todos, pues se les subvenciona, para que sigan mangoneando y viviendo de la sopa boba a costa de todos los españolitos.
Entre la SGAE y los del cine lo llevamos crudo.

Por lo menos podían hacer alguna peli decente............¡VAGOS!


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