17 febrero 2008

No al Blu-Ray

Ayer sábado NHK publicó que Toshiba planeaba retirarse de la producción de aparatos HD-DVD, lo cual le daría la victoria definitiva al Blu-ray en la guerra de formatos más famosa de las últimas décadas.

Si Toshiba confirma la noticia, ¿deberíamos los consumidores correr a las tiendas para comprar reproductores, grabadoras, y películas del tan maravilloso Blu-ray?

La respuesta, en mi opinión, es muy simple: no. Lo que voy a decir no es aplicable al Bluray como formato de disco físico. Si quieres un disco de 50 gigas, adelante, compra Bluray. Pero si lo que quieres es comprar el mejor sistema de vídeo de alta definición disponible en el mercado, lo último que deberías hacer es comprar Blu-ray (ni HD-DVD), por la sencilla razón de que es un sistema de vídeo obsoleto, mal diseñado, y muy limitado en cuanto a prestaciones.

Esta puede parecer una afirmación muy osada, se han gastado literalmente millones de dólares en desarrollarlo, nos cuentan que es lo último de lo último en cuanto a tecnología de vídeo. La única pega es que, de momento, es un poco caro, ¿no?

Bien, examinemos los hechos. ¿Por qué digo que es obsoleto y mal diseñado?. Pues porque, como formato de vídeo, está ligado a una determinada clase de soporte. Si quieres ver una película Blu-ray, tiene que estar grabada en un disco Blu-ray. No puedes ver una película Blu-ray que esté grabada en un disco DVD, ni tampoco si está en un disco duro, ni tampoco si está en un llavero USB, ni en una tarjeta de memoria.

No es un problema de espacio, hay tarjetas SDHC de 32 gigas donde cabe sobradamente cualquier película Blu-ray aparecida hasta la fecha, hay discos duros USB de 500 gigas que cuestan 90 euros. Incluso en un humilde DVD de doble capa, igualito a los que alquilan en los videoclubs, te cabe la mitad de una peli Blu-ray si no es muy larga, o toda la película si usas un DVD de doble cara y doble capa. Es un problema de diseño, ha sido diseñado para que sea exactamente así, y por eso es por lo que digo que está mal diseñado.

Por supuesto, eso también pasa con las películas DVD, pero el DVD es un sistema de vídeo de 1995, y ahora estamos en el tercer milenio. El DVD fue diseñado así porque la tecnología del momento no daba para más. El Blu-ray, por el contrario, ha nacido en una época en la que se pueden hacer mejores cosas que ligar un formato de vídeo a la atadura de un soporte inamovible, una época en la que existen conexiones de banda ancha y reproductores de vídeo con disco duro y conexión de red. El Bluray no permite nada de esto, no permite que te puedas bajar una película de Internet directamente al disco duro del reproductor, se ha diseñado como si estuviéramos en 1995, y por eso es por lo que digo que está obsoleto.

Para colmo, es un sistema cargado de DRM, lo cual le añade todavía más limitaciones a las propias de su diseño obsoleto. ¿Quieres hacer una copia de seguridad de esa película que te ha costado 30 euros? No puedes. ¿Quieres ver esa película que alquilaste en Linux? No puedes. ¿Quieres ver esa otra película que comprase en Windows? Tampoco vas a poder si tu tarjeta gráfica o tu monitor no son compatibles con un DRM llamado HDCP. ¿Quieres ver en tu reproductor Blu-ray esas pelis que compraste en tu último viaje a Méjico y Nueva York?. Pues va a ser que no. Y todavía me estoy dejando en el tintero unas cuantas limitaciones más.

En definitiva, por su diseño obsoleto y su DRM draconiano, Blu-ray es un sistema de vídeo cargado de penosos defectos. La pregunta, por tanto, no es si debemos comprar Blu-ray, sino si existen alternativas mejores. Por supuesto, la respuesta es sí.

La primera alternativa es quedarnos como estamos. La única ventaja digna de mención del Blu-ray frente al DVD es la alta definición. Si nuestra tele es la típica televisión PAL de toda la vida, y no estamos pensando en cambiarla, no vamos a ver mejor las películas por muy Blu-ray que sean.

Por otro lado, si ya tenemos una tele HD de buen tamaño, hay otra posibilidad que es bastante barata: comprar un reproductor DVD con conector HDMI. Estos aparatos incorporan una función de escalado de imagen que "convierten" durante la reproducción una película DVD en vídeo de alta definición, apto para nuestra tele HD Ready o Full HD. Esta conversión no es lo mismo que la verdadera alta definición, pero el resultado es bastante bueno según dicen todos los que lo han probado.

Ahora bien, si lo que queremos es la mejor calidad y tecnología punta, nuestra elección se decantará por Matroska, un formato de fichero que ya se ha convertido en el estándar de hecho de Internet para películas en alta definición. Ya se venden diversos modelos de reproductores Matroska, y por supuesto también se puede usar un HTPC para ver las películas en este formato.

Adiós a las limitaciones del Blu-ray. Con Matroska nos podemos bajar directamente la película en el disco duro de un reproductor con soporte de red, o copiarla a un disco duro USB, o usar sencillamente cualquier otro soporte o tipo de reproductor que nos venga bien. Si nuestro llavero USB tiene suficiente capacidad, podemos llevar una peli HD en el bolsillo del pantalón vaquero. Para coleccionar las películas, nos basta con un par de baratísimos DVD vírgenes por peli, nada de pagar 14 euros por un disco virgen Blu-ray. Adiós ademas al DRM, y hola a la libertad puesto que es un formato libre.

Eso sí, no verás una sola tienda, ni física ni online, que te venda ni alquile las películas en Matroska. Hollywood dice que si quieres pelis en alta definición, deben ser en Blu-ray. Según parece, Hollywood todavía no se ha enterado de que es el vendedor el que debe ofrecer lo que le interese al cliente, y no al revés. Ya de paso, tampoco se han enterado de que hace años que es posible bajarse las películas de Internet, aunque sea un formato que a ellos no les gusta, ya sea DivX o Matroska.

Blu-ray nace obsoleto y defectuoso por diseño, ¿y esperan que compremos ESO?