Se ofrecen hospitales públicos al mejor postor
Fue en el Ritz de Madrid, a las 19.00 horas, con abucheos más que sonoros a las puertas del elegante hotel. El consejero de Sanidad, Juan José Güemes, ni se despeinó, ni se ruborizó. Los folios que le acompañaban hablaban de privatizar la sanidad de la región madrileña. A Güemes, mensajero de Esperanza Aguirre, le chifla la cosa privada. Acudió al Ritz con una propuesta para los empresarios, de esas que son difíciles de rechazar. Vino a decirles que la salud es negocio y ustedes son los elegidos, los señalados por el dedo de Esperanza para lucrarse con los hospitales públicos. Nosotros ponemos en pie los centros con dinero de todos los contribuyentes y ustedes hacen el agosto.
Quienes estaban interesados en oír de primera mano la oferta soltaron 1.200 euros. Picata minuta si se compara con las oportunidades que el repeinado Güemes puso sobre la mesa. Total que los ultraliberales, los que apoyan a Bush en la guerra como en la paz, están subastando al mejor postor los hospitales de nueva construcción. Y mientras esto ocurría, varias asociaciones de vecinos de Madrid, sindicatos y profesionales de la sanidad lo único que pudieron hacer para defender aquello que es de todos fue poner el grito en el cielo a las puertas del exclusivo hotel, denunciando la privatización galopante de la asistencia a la enfermedad.
Se ve que a la ‘neocom’ Aguirre le empieza a quemar el proyecto oculto de poner en manos de inversores la salud de todos. La cosa ha empezado en las entrañas del Ritz, adonde van los pudientes a tomar el té, y vaya usted a saber dónde y cómo terminará el invento que propone esta dama del ala dura del PP. Esa que pregona con sus decisiones que la enfermedad es una fuente de negocio cuyos beneficios han de ir a parar a las arcas de unos señores forrados ya de euros pero que quieren más.
La oferta hecha por Güemes incluye un paquete de hospitales a remodelar (siete) y la gestión de cuatro nuevos situados en Carabanchel, Móstoles, Villalba y Torrejón de Ardoz. Que ningún empresario se inquiete. Hay carnaza para todos. Y habrá incluso más, gobierne o no Esperanza. Y si la presidenta de la Comunidad de Madrid no alcanza a culminar todas las privatizaciones en marcha, que tire de la sabiduría de Miguel Boyer, un economista a recuperar por la derecha y por la izquierda. Porque aquí no hay solución diferente ni otra esperanza que Esperanza.
¿Es que nadie va a poner freno al desmantelamiento de este país?. Cuando no es el Gobierno el qu ela caga, llega la individua esta y a joder la marrana. A cargarse la sanidad publica, que es una de las pocas cosas decentes que tiene esta desgraciada españa, en la cual vivimos. Todo el mundo la critica, pero es gratuita y atiende a todos los enfermos, sin excepción. Incluidos inmigrantes sin papeles.
Nos hundimos sin rmedio. Que los dioses nos cojan confesados.
Y, a esta fulana, que la detengan. Por corrupta y por fea
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