12 septiembre 2008

trapos sucios reales

Marichalar irrita a la Casa Real al contratar a una dura abogada matrimonialista para su divorcio



Jaime de Marichalar, esposo de la infanta Elena, ha contratado los servicios de la abogada Concha Sierra, una experta matrimonialista que ha acreditado su fama de dura e inflexible en decenas de rupturas multimillonarias, para que tramite su divorcio de la hija primogénita de don Juan Carlos, cuarta en la línea sucesoria de la Corona. La decisión de Marichalar ha provocado un profundo malestar en la Casa del Rey, según han asegurado a El Confidencial fuentes próximas al palacio de La Zarzuela. Sierra es consejera de la empresaria Esther Koplowitz en la firma Cementos Portland Valderribas, en cuyo consejo de administración también se sienta, precisamente, el aún yerno del Rey.

El próximo 13 de noviembre se cumple un año del "cese temporal de la convivencia conyugal" entre el duque de Lugo y la hija mayor de los Reyes, según la expresión utilizada entonces por la Casa Real para referirse a la separación, que, según aclaró La Zarzuela, no tenía "efectos jurídicos". Sin embargo, ese "cese temporal" podría ser definitivo muy pronto, ya que la pareja ha iniciado de forma discreta los trámites previos a su divorcio, según señalan las fuentes consultadas.

Los primeros contactos entre los abogados de ambos se produjeron antes del verano, y en ellos Marichalar ha estado representado por el bufete de Sierra, una prestigiosa abogada matrimonialista que ha intervenido en rupturas conyugales tan sonadas como las de los financieros Manuel de la Concha y Fernando Fernández Tapias, la nieta del dictador Francisco Franco, Carmen Martínez Bordiú, o la propia Koplowitz, en las que se pagaron compensaciones multimillonarias.

"La elección del bufete de Sierra ha sido una bofetada a la Casa Real y toda una declaración de intenciones por parte de Marichalar. Sierra no es una abogada matrimonialista cualquiera. Tiene fama de ser muy dura en las negociaciones, y si Marichalar se ha inclinado por ella es porque va a ser muy exigente. De hecho, las reuniones que se han celebrado hasta ahora han sido muy tensas, porque las pretensiones económicas de Marichalar son desorbitadas", añaden las citadas fuentes.


"Un asunto privado"


Sierra no quiso ayer hacer comentarios. Un portavoz de su bufete se limitó a señalar que la abogada "no mantiene ningún tipo de contacto con los medios de comunicación". La Casa Real, por su parte, ni confirmó ni desmintió la noticia: "Es un asunto privado de un miembro de la Familia Real y no hay ningún comentario que hacer, salvo que se mantiene el cese temporal de la convivencia", dijo a este periódico un portavoz oficial de La Zarzuela.

La letrada, miembro de la Real Academia de Jurisprudencia y vocal del consejo asesor del Observatorio de la Violencia de Género de la Comunidad de Madrid, pertenece al consejo de administración de Cementos Portland Valderribas desde 1999.
Koplowitz, vicepresidenta de la cementera y primera accionista de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), contrató a Sierra en 1989 para que dirigiese la demanda de divorcio de su entonces marido, el empresario Alberto Alcocer, y ambas mantienen desde entonces una estrecha amistad.
Marichalar entró a formar parte del consejo de administración de Portland como consejero externo independiente en 2001, cargo en el que fue reelegido el pasado mes de abril por un periodo de otros dos años.
El duque de Lugo percibe de la empresa cementera una remuneración anual cercana a los 200.000 euros.

Las fuentes consultadas aseguran que la decisión de Marichalar de recurrir al bufete de Sierra, así como las exigencias planteadas por el duque de Lugo a través de su abogada, no sólo han sido acogidas con gran desagrado en la Casa Real, sino también con cierta inquietud.
Marichalar, según esas fuentes, no va a presentar batalla por la custodia legal de sus dos hijos, Felipe Juan Froilán y Victoria Federica, nietos de los Reyes y quinto y sexto, respectivamente, en la línea de sucesión de la Corona. Se da por descontado que ambos quedarán bajo la custodia de la infanta Elena -de hecho, viven con su madre desde que se produjo el "cese temporal de la convivencia", aunque pasan dos fines de semana al mes y algunos periodos de vacaciones con Marichalar-, de ahí que ahora la mayor preocupación de la Casa Real, según las citadas fuentes, es que el duque de Lugo "perjudique la imagen de la Familia Real y de la monarquía con algún comportamiento inadecuado".




Je, je, je, je. Que se vayan atando los machos los Borbones estos. Que los va a poner a caldo el tonto del Marichalar. Si se creian que estaban por encima del bien y del mal, nada mejor que una buena sentencia judicial en su contra, para hacerles estrellarse en este mundo, en el cual habitamos el resto de los mortales.

¿No dicen que son los reyes de todos los españoles?. Pues a los españolitos, cuando nos divorciamos, nos putean los abogados de la otra parte.


O sea que.........A JUGAAAAR

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