Dado el mal diseño que la naturaleza hizo de Adán, cuando le creó, la ministra Aído parece decidida a arreglarlo con su proyecto Nuevo Hombre.
Nosotros nos hemos puesto a pensar en ese proyecto y hemos llegado a los resultados que presentamos.
Como sabéis desde que se enteraron de la existencia de la genética, ha habido mucha gente que se ha emocionado, entre otros Hitler con aquello de la Eugenics. La genética permite algo tan simple como la selección natural de la especie, aplicado a algo tan noble, como es la mejora de la especie humana, dio lugar, entre otros, a la aparición de un monstruo: el nazismo.
Una vez superado los efectos de aquella monstruosidad, la genética se ha dedicado a trabajar con objetivos más modestos, como son las vacas, plantas y así nos encontramos que cuando quieres una buena carne, una excelente carne, te vas a Logroño a comprarla, con la diferencia de que la buena te la traen de fuera, porque la genética aplicada a la ganadería ha dado lugar a una mejor carne, que en España no se produce pero que sí se consume. Esto demuestra que hoy se puede apostar, con la ayuda de la genética, por nuevos modelos de seres vivos.
Uno de estos modelos parece ser que es el nuevo hombre de la ministra Aído. No se trata de Zerolo, como algún mal pensado ha imaginado nada más oir la noticia. Es algo más profundo. Los requisitos del nuevo modelo de hombre son otros:
- Ha de poder y desear procrearse. Está claro que el esfuerzo de tener un nuevo modelo de hombre, requiere que los resultados sean sostenibles en el tiempo. Esto descarta el patrón Zerolo como modelo práctico de nuevo hombre a pesar de que contaba con simpatías. Además anda por ahí metido en denuncias de mobbing, que no sabemos como terminará y esa imagen no parece adecuada para el nuevo modelo de hombre. Así que Zerolo descartado.
- El Nuevo Hombre que salga de este proyecto ha de ser fiel a los principios fundamentalistas de género. Ha de aceptar que los hijos que tenga con su pareja sean propiedad de la madre, quien podrá compartirlos con él en la medida que ella lo desee. Esto obliga a que el nuevo hombre sea insensible a la pérdida de sus hijos, de forma que si la madre desea que el "verdadero padre" sea otro, esto se produzca con toda la naturalidad, sin los problemas tan desagradables para la mujer, que se producen hoy y que además limitan los derechos de la mujer. Eso de que al hombre le de por invocar lo del SAP, la manipulación de los hijos de la mujer y todas esas gaitas de maltrato a lo que incesantemente el hombre insiste en llamar sus hijos es, bajo la óptica de género, inaceptable e intolerable. El nuevo hombre tiene que tener las cosas claras: los hijos son propiedad de la madre, desde que se conciben hasta que adquieren la mayoría de edad. El padre debe limitarse a pagar las cantidades de dinero que la madre desee para tener una vida cómoda y de plena realización. Esto no hace más que consagrar una vieja aspiración social que venía plasmada en la sabia frase: "como una madre no hay nada".
- El Proyecto de Nuevo Hombre ha de velar por eliminar el peligroso instinto del hombre de querer cuidar de los hijos de la madre. Como es de justicia, cuidará de ellos, por supuesto, pero siempre siguiendo las indicaciones de la madre y con los límites que ella establezca en cada momento, sin esperar nunca la recompensa de una sonrisa de los menores, ni de un te quiero papi, ni de un besito de buenas noches, y sobretodo, si se producen, no pueden dejar en este nuevo hombre, la menor huella emocional que pueda complicar las cosas en un futuro. En cualquier caso, la ausencia de contacto entre los hijos de la madre y el mal llamado padre, no creará ninguna clase de reacción emocional en este nuevo hombre concebido bajo las ideas de género, que pueda poner en peligro las legítmas aspiraciones de la madre, evitando así una fuente indiscutible de maltrato del hombre machista del presente, hacia las mujeres de este país.
- Por supuesto el nuevo hombre ha de tener una mentalidad liberal y progresista, y si en algún momento la mujer desea compartir su cama con otro de forma esporádica o más regular, el que hacía antes de pareja estará libre de cualquier condicionamiento emocional que pueda poner en peligro tan legítima aspiración o limitar la capacidad de la mujer para expresarse sexualmente como mejor desee. Así que nada de celos. El nuevo hombre ha de carecer de tal primitiva emoción. Como respuesta deseable a esa clase de estímulos, en lugar de inspirado en los celos, deberá actuar con suma amabilidad, de forma fraternal con la nueva pareja, sin molestar, de forma que el nuevo hombre pueda ofrecerles, sin mayor obstáculo, un té, un café, un cigarro ... para que puedan consumar tan elevada forma de proyección sexual. Los celos son una clara manifestación de machismo intolerables en una sociedad tan avanzada como la que la ministra Aido tiene diseñada para nostros.
Revisados los requisitos del proyecto Nuevo Hombre, y consultados con los expertos, parece ser que hay una solución sencilla que requiere de unas inversiones mínimas, ya que el perfil psicológico requerido para este proyecto es muy similar al del psicópata. Si cogemos a un psicópata que ni sufre ni padece, y le entrenamos en los criterios de la educación para la ciudadanía, en su versión más progre, tendremos el Nuevo Hombre deseado. Sólo queda incrementar la proporción de estos en relación a los que hoy existen, lo que es fácil, sin medidas muy llamativas que puedan despertar reacciones indesadas de los sectores más conservadores de la sociedad. La idea es la de aprovechar la presente tendencia a una baja natalidad de las parejas normales, y la más alta de los psicópatas. Sólo hay que hacer que esta proporción aumente, lo que se puede conseguir, seleccionando los genes que entran en los bancos de esperma, eliminando los de gente normal, en favor de los psicópatas a los que se puede detectar con un test previo creado por Rober D. Hare. La proporción de psicópatas en la población normal, anda por el 1%, y se pueden encontrar más fácilmente entre los presos (alrededor del 30% son psicópotas), lo que permitiría identificar el 3% del total. El otro 97% los encontramos en la política y en los negocios, siempre según el Doctor Hare.
Según fuentes bien iluminadas, Zapatero podría estar deslumbrado y en situación de trance intelectual por el calado del proyecto, y lo que de avance significaría para la lacra del maltrato.
Además los psicópatas aportan otros beneficios secundarios: no pondrían objeciones para practicar la eutanasia, ni los abortos, aunque fueran de "fetos" de más de ocho meses, lo que puede ayudar a resolver el problema de envejecimiento de la población que se acerca a pasos agigantados.
Este perfil de Nuevo Hombre ayudaría a la promoción de la clase política, un debido entrenamiento ayudaría a crear líderes muy carismáticos, ya que los psicópatas tienen una cualidad muy valorada en la política: su capacidad de mentir, que, entre los psicópatas, llega al extremo de no ser detectable ni con polígrafo, lo que les convierte en hábiles y eficaces comunicadores, superando incluso a tan ilustres políticos como Roldán o Zapatero.
Con este modelo de hombre daríamos un paso progresista de primera magnitud hacia el modelo de sociedad feliz, tan anhelada por políticos como Hitler, Stalin, Lenin ...
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