01 marzo 2010

Cumpleaños feliz




Leía ayer en las paginas de un diario local, una sosa, triste y menguada reseña que hacia referencia a que la Infantería de Marina española había cumplido 473 años.


La noticia decía que era la más antigua del mundo, pero sin darle al asunto mayor trascendencia.


La cosa, ya saben, no es políticamente correcta dados los tristes tiempos que corren, en donde por mentar al Ejercito y no digamos a la bandera de nuestra patria, que por ahora se llama España, se juega uno la reputación y el buen nombre junto al riesgo de excomunión y maldición perpetua de la tribu cultureta y progre celtiberica. Algo que, por lo que a mi respecta, tengo que confesarles que me trae absolutamente al fresco.


La Infantería de Marina española es la más antigua del mundo. La creó el emperador Carlos I en el mes de febrero de 1537, cuando adscribió de manera permanente a los navíos españoles que peleaban a diario contra los turcos las llamadas Compañías Viejas del Mar de Nápoles.


Reforzaban las galeras españolas cerca de tres decenas de arcabuceros por navio que barrían a tiros las cubiertas de los barcos turcos con una efectividad pasmosa. Felipe II, que era un señor culto, prudente y, desde luego, el príncipe heredero mejor preparado de la Historia de España - no en vano su padre le hacia participe en su juventud de muchos de los asuntos de Estado que se ventilaban en la corte – seguía y continuaba en muchas ocasiones los rumbos que había iniciado su padre, y a la vista de los magníficos resultados obtenidos en Túnez y en el control del Mediterráneo, perfeccionó la operatividad de estas unidades de infantes y marinos y, así, creó el Tercio Nuevo de la Mar de Nápoles, el Tercio de la Armada del Mar Océano, el Tercio de Galeras de Sicilia y el Tercio Viejo del Mar Océano y de Infantería Napolitana, que hicieron durante muchos años que en el Imperio español, no se pusiera el sol. Una frase un tanto presuntuosa, pero absolutamente fiel a la realidad. Así, nos cuenta la Historia de España que desde Argel, base de la piratería turca, la batalla de Lepanto, la expedición a Inglaterra, Cerdeña, Nápoles, Sicilia, Pensacola, Cuba, la reconquista de Buenos Aires y el desembarco de Alhucemas hasta la actualidad en numerosas misiones de paz, nuestros infantes de marina han sido siempre ejemplo y paradigma de su valentia, buen hacer, entrega y sacrificio.


Como siempre sucede en este país y de manera más acusada últimamente, el felicísimo cumpleaños de nuestra Infantería de Marina se ha festejado con nocturnidad, sin hacer ruido y de manera muy discreta, tal y como corresponde al tradicional complejo de nuestros dirigentes políticos, mucho más preocupados de enviarle preservativos a los colectivos de gays y lesbianas del Congo Belga y regalarle al gobierno de Vietnam más de 500 millones de euros para la construcción del metro de Hanoi, que de cuidar de nuestros soldados que patrullan en sus misiones internacionales en vehículos “cuatrolatas”.


En cualquier otro país serio un cumpleaños con más de 470 velas se celebraria por todo lo alto. Aquí es absolutamente imposible. Pero bueno, es igual, con tarta o sin ella, los Tercios de la Armada están de cumpleaños. Desde este blog les felicito y me uno al brindis y ruego, como siempre que veo a un infante de marina, a San Juan de Nepomuceno que los proteja siempre. ¡Muchas Felicidades

1 comentario:

sashi piguli dijo...

supongo que es porque los españoles tenemos cosas mas importantes en las que pensar que no en esa puta mierda.