Un cargo designado a dedo para Telma Ortiz
El Ayuntamiento de Barcelona, que preside el socialista Jordi Hereu, ha anunciado casi urbi et orbe el nombramiento de Telma Ortiz como segunda de a bordo de un departamento -el de Relaciones Internacionales-, que hasta el día de hoy la mayoría de los ciudadanos que viven en la ciudad desconocían que existiera y quién era su titular. De hecho, cuando fue nombrado Josep Roca, el ya jefe de Telma, no tuvo mayor relevancia mediática.
En el caso de la hermana de doña Letizia la designación ha sido sorprendente, porque en este caso se trata de un cargo público otorgado sin que tercie por medio una oposición. De los denominados como 'puesto de confianza' o coloquialmente de 'elección a dedo'. Y si produce estupor que de nuevo un miembro colateral de la Primera Familia dé la campanada asumiendo una protagonismo público que supuestamente aborrecía, más llamativo resulta que al solicitar información sobre las razones de esa contratación, el sueldo que perciben categorías similares e incluso en qué va consistir el trabajo diario de la hermana política del heredero al trono de España, no haya respuesta y remitan al comunicado.
Se desconoce si tiene derecho a escolta, coche oficial y demás privilegios de una subdirección. Y, por supuesto, la remuneración económica es top secret, aunque la nómina salga del bolsillo de los ciudadanos censados en Barcelona.
Poco o nada se sabía de lo que hacía la cuñada real desde que desapareció de España en busca de un lugar donde “esconderse” de los malvados y perversos periodistas y medios nacionales a los que denunció en una demanda cósmica que perdió en todos los estamentos judiciales. Aún está pendiente el pago de las costas que, según confirmaban los letrados de los medios denunciados, ascendía a una respetabilisima cantidad que ahora con el sueldo de subdirectora si podrá hacer frente. O al menos servirá de aval si en algún momento debe solicitar un crédito para cumplir con sus responsabilidades legales, de lo que en su día se consideró como “la chulada de Telma Ortiz".
La cuñada del heredero ha conseguido en poco tiempo lo que la mayoría de sus compañeros de carrera y de cooperación no alcanzarán nunca. Muchos de ellos con curriculum muy parecidos, o incluso mejores, a los que les ha faltado ese empujoncito que da el tener determinado apellido o relación familiar. Es el caso de la tía de las infantas Leonor y Sofía, a la que no hay que negar méritos académicos, aunque en ocasiones se haya inflado adjudicándole licenciaturas que no posee e idiomas que no habla como el árabe, el portugués o el italiano.
Es economista y tiene el nivel C de catalán, el mismo que obliga la administración para los opositores que optan a un puesto inferior al que va a desempeñar Telma. Aunque en su caso, como ya he señalado, no ha sido necesario estudiar ningún temario. La llegada de Telma a Barcelona coincide casi en tiempo y espacio con el traslado familiar de los duques de Palma a Washington. Se fue la infanta CristinaFelipe. y su lugar mediático lo ocupa ya la cuñada del hermano
Dadas la falta de información y la opacidad que rodea esta contratación, se desconoce desde cuándo se lleva gestando el nuevo trabajo y si los príncipes han tenido algo que ver en la toma de decisión de Telma. Tampoco se sabe si el Rey era conocedor del excepcional trabajo profesional de la ex cooperante. Lo que sí está claro es que, a partir de ahora, la nueva subdirectora de Relaciones Internacionales del Ayuntamiento de Barcelona tiene una imagen pública buscada y aceptada por ella. Me pregunto si ante el comunicado oficial, la señorita Telma Ortiz les denunciará al haber vulnerado lo que ella hasta ahora consideraba sus derechos, que no son otros que ser una persona privada.
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