Su vida es como una camiseta de diseño: lujosa y hecha a medida. Sabe lo que decir en cada momento y está asesorado constantemente para que sus respuestas sean las justas y precisas. Los mensajes se los trabaja. Son puros eslóganes. Además, juega con la cabeza tanto dentro como fuera del campo de fútbol. Siempre sabe cuál es la posición exacta de cada cámara para que todos sus gestos sean observados al detalle.
Aguerrido en su trabajo y respetuoso fuera de él, la ‘superestrella’ se comporta como una persona tímida, como si quisiera pasar desapercibido. La palabra que más veces ha pronunciado en castellano ha sido “gracias”. La primera que aprendió y la última que dijo el pasado jueves en la rueda de prensa de su despedida.
Madrid y España pierden un foco mundial de continua información y nuestra televisión a un famoso cuya influencia para grandes y pequeños no ha sido nunca negativa. A partir de ahora, veremos a Beckham como un ex vecino, como alguien que se ha llevado un ‘pedacito’ de la diosa Cibeles. Dicen que se aprende a valorar las cosas cuando se pierden.
En la rueda de prensa de su despedida, dio las gracias a toda España. A pesar de sus malos momentos en la capital (no han sido pocos), declara que se marcha “triste” e incide en que su idea era “haberse retirado aquí”, como ya adelantó en febrero de 2005.
Sin criticar a sus detractores
A quienes ha tenido en contra no les critica. La cordialidad es una norma que él lleva con la cabeza alta. Se despide sin decir palabras negativas hacia quien no le quiso renovar, su presidente Ramón Calderón. Se va diciendo que a Capello le respeta porque es un gran entrenador, aunque fue quien le sentó durante un par de meses en la grada. Se nota que quería haber jugado más en Madrid cuando afirma que “éste ha sido el año más complicado dentro y fuera de los terrenos de juego”. Y sentencia que ha sido “un honor y un sueño haber jugado en el Real Madrid” donde, hasta este domingo, sólo ha conseguido una Supercopa de España.
David Beckham (Leytonstone, 1975) aterrizó en España un 1 de julio de 2003 con su familia. Intentó adaptarse a un país con otro idioma y otras costumbres. Le costó. Sin embargo, quien peor ha llevado esta adaptación ha sido su mujer, Victoria Beckham. Con todo y con eso, se supone que, al final, algo de cariño habrá cogido a nuestro país, pues su flamante casa en Beverly Hills es de ‘estilo español’.
Beckham es un hombre para el que la familia es algo importante. Por eso, en este cambio de vida han estado muy presentes su esposa y sus hijos, Brooklyn, Romeo y el madrileño Cruz. A su mujer le ha concedido el sueño de vivir en el barrio más ‘cool’ de todo Estados Unidos y poder estar al mismo nivel que la pareja formada por Tom Cruise y Katie Holmes. Beckham ya consiguió estar en la meca del fútbol con el Real Madrid y ahora Victoria podrá hacer lo propio en su terreno.
La ilusión de Beckham en Estados Unidos es conseguir lo que jugadores del nivel de Cruyff, George Best, Beckenbauer, Djorkaeff o Hugo Sánchez no han logrado, es decir, potenciar el soccer en Estados Unidos. Aunque su nivel no sea el de los anteriores, su tirón mediático es mayor y espera aprovecharse de ello.
Un ‘gentleman’ orgulloso de ser inglés
Muchos rumores apuntan a que próximamente podría ser distinguido como ‘Sir David Beckham’ por el icono que representa. Su mujer sería ‘Lady Victoria’. Nunca ha ocultado el orgullo que le supone vestir la camiseta de la selección inglesa y ser su capitán. Tras el mal papel de Inglaterra en el pasado mundial, Beckham aceptó y acató la decisión de no llevar el brazalete. Ese honor se lo han devuelto en fechas recientes y se ha vuelto a meter a su país en el bolsillo con dos partidos donde cuajó grandes actuaciones.
Tan sólo unos rumores envolvieron a Beckham en un lío de faldas durante su estancia en Madrid. Fue hace dos años y se especuló que existía una grabación comprometedora del inglés que el propio Florentino Pérez compraría para que se dejara de hablar de ella. También han existido chascarrillos de mujeres conocidas que han intentado llevárselo a la cama y no lo han conseguido, e incluso sonaron rumores con su asistenta personal, Rebecca Loos y con una modelo australiana. En cualquier caso, haya hecho lo que haya hecho, nunca ha salido nada a la luz.
Beckham está por encima de la mayoría de jugadores. Sin ninguna declaración malsonante y demostrando en el terreno de juego que el Manchester se equivocó en su día al venderle por 25 millones de euros, como el Real Madrid también lo hace ahora, aunque esta vez gratis, porque no lo han renovado. Además, en el plano económico, el Real Madrid también dejará de perder grandes ingresos, pues la mitad del importe de los contratos publicitarios del inglés recalaba en las arcas madridistas. Es el jugador que más noticias ha generado del Real Madrid fuera de España. Ahora, el Real Madrid se queda sin su principal fuente de ingresos, sin su icono y, sobre todo, sin un gran caballero.
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