25 mayo 2008

Los peligros del Sol

Un lunar nuevo, negro y que crece



Los especialistas insisten en que la prevención es la herramienta para evitar los tumores de piel, para ello lo fundamental es una adecuada protección solar


«El melanoma se relaciona con exposiciones intensas y discontinuas al sol. El riesgo es quemarse», advierte Eduardo Fonseca, jefe de dermatología del Complejo Universitario Hospitalario Juan Canalejo de A Coruña. El melanoma, aunque también tiene una base genética y se ha constatado su aparición en zonas de mínima exposición solar, está relacionado con las quemaduras intensas propias de la infancia y adolescencia, mientras que los otros dos tipos de cáncer de piel, los carcinomas basocelular y espinocelular, se asocian a la acumulación de las exposiciones a lo largo de los años. En ambos casos, una adecuada protección ante el riesgo solar es fundamental. Y la prevención la mejor arma.


1 ¿Qué radiaciones se asocian con los cánceres de piel? Las radiaciones ultravioletas de tipo A y B. Las segundas, que son las que originan las quemaduras que propician los melanomas, son propias de los meses de verano. Un nivel de radiación ultravioleta 7 ya se considera alto y es necesario protegerse adecuadamente, bien con cremas solares o con ropa y gorras. En Galicia, niveles 7 ya se han observado desde el mes de abril, con lo que acudir a la playa en esas fechas sin protección constituía un factor de riesgo. La radiación ultravioleta A es la responsable del bronceado y no suele generar quemaduras, pero sí se asocia a los tumores cutáneos basocelular y espinocelular y al envejecimiento y otras alteraciones de la piel. El riesgo es que aparecen todo el año con la presencia del sol, con lo que también es conveniente tenerlo en cuenta.

2 ¿Los medicamentos pueden aumentar el riesgo de quemaduras? Sí. Hay que tener muy en cuenta a la hora de leer los prospectos las incompatibilidades con la exposición al sol. Gran número de fármacos para tratar el acné, cáncer, diabetes o hipertensión, entre otras muchas enfermedades, producen fotosensibilidad, con lo que el riesgo aumenta.

3 ¿Nos podemos quemar en un día nublado? Sí. Los dermatólogos insisten desde hace muchos años en este aspecto. La radiación solar, en vez de ser directa, es difusa, pero igualmente peligrosa. Además, si se está en la playa hay que tener en cuenta que los rayos ultravioletas también pueden alcanzar indirectamente la piel humana al reflejarse sobre diversas superficies. El agua del mar, por ejemplo, refleja un 20% de esta radiación y la arena del 15% al 25%.

4 ¿Ante qué síntomas debo acudir al especialista? «Ante una lesión pigmentaria que se crea que es un lunar nuevo, sobre todo si es negro y crece. Entonces debe acudir a su médico de cabecera», responde José Miguel Domínguez, jefe de dermatología del hospital Cristal Piñor de Ourense. También, aunque tenga otros lunares benignos, si uno de ellos se ennegrece y aumenta de tamaño (ver gráfico) es aconsejable consultarlo. Los melanomas, a diferencia de los lunares comunes, son asimétricos, tienen bordes irregulares, tonos que van del marrón, rojizo y negruzco y un diámetro mayor de seis milímetros.

5 ¿Y si son otros tumores cancerígenos? El carcinoma basocelular, que se origina en las células basales de la epidermis es el más frecuente y se da más comúnmente en zonas expuestas al sol: cara, oído, dorso de las manos, nariz, cuello y hombros. Suele aparecer como un grano de superficie brillante que crece durante años sin producir daños aparentes, aunque en ocasiones se ulcera. El carcinoma espinocelular, que se origina en las células epidérmicas, que suele aparecer a partir de los 50 años, es similar al anterior y se da en las mismas zonas, solo que crece mucho más rápidamente. Tiene apariencia de protuberancia rojiza firme.

6¿Cuándo puedo tomar el sol sin riesgo en verano en la playa? Los dermatólogos ofrecen siempre la misma regla: «Si la sombra es más corta que la altura no hay que exponerse al sol; si la sombra es más larga se puede tomar el sol con precaución». Esta frase, traducida, viene a significar que es preferible evitar la exposición en las horas de mayor actividad solar, entre las doce del mediodía y las cinco de la tarde.

7 ¿Durante cuánto tiempo es recomendable? Cuando empieza el verano es conveniente tomar el sol de forma progresiva, comenzando con 15 minutos durante los primeros días y 30 minutos los siguientes. No hay que sobrepasar la barrera de una a dos horas de exposición diaria y siempre es conveniente tener algún lugar con sombra.

8 ¿Cómo hay que broncearse? Las cremas solares son imprescindibles y, aunque el factor de protección depende del tipo de piel, los dermatólogos aconsejan a partir de un factor 15. Hay que aplicarse la crema media hora antes de tomar el sol para que la piel pueda absorberla y renovarla cada hora o después de bañarse. En este último caso hay que secarse bien, ya que las gotas de agua salada que permanezcan en el cuerpo pueden actuar como una lupa y producir quemaduras o manchas.

9 ¿Se utilizan bien? No demasiado, según los dermatólogos. Habría que aplicar un milímetro de crema por cada centímetro de piel, cuando en realidad se utiliza la mitad. Esto supone que en la primera toma se emplearía la cuarta parte del bote. Tampoco se extiende demasiado bien, ya que se suele dejar sin protección el 30% del cuerpo, a veces partes fundamentales como la espalda, las pantorrillas y las orejas. Las gorras y las camisetas ayudan a aumentar la protección.

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