03 abril 2007

Cambio radical o como vale todo

'Cambio radical' persuadió a una participante para operarse

  1. "Fui para que me curaran la vista y me cambiaron el pecho", asegura la afectada
  2. La mujer descubrió por casualidad que estuvo tres días en la uci tras la intervención
 Ana Belén Cote, antes y después de pasar por el programa Cambio radical. Foto:  EL PERIÓDICO
Ana Belén Cote, antes y después de pasar por el programa Cambio radical.
 Foto:  EL PERIÓDICO

Ana Belén Cote, de 30 años, esteticista en ciernes y participante frustrada en el programa Cambio radical, supo de las consecuencias de su intervención quirúrgica cuando escuchó que una redactora del espacio televisivo le decía a alguien situado al otro lado del teléfono: "Bueno, y lo de los tres días que ha estado durmiendo, ¿qué?". Cote se encontraba postrada en una cama de la uci y en su cabeza nada estaba claro, pero comprendió al instante que estaban hablando de ella. Persuadida por el programa, acababa de someterse a una operación de pechos, nariz y mentón. "¿Yo he estado tres días durmiendo?", preguntó. "Sí", contestó la trabajadora. "¿Y mi marido lo sabe?", insistió. "Sí".
Según Cote, la redactora mintió. Ni su esposo ni el resto de su familia supieron del percance hasta dos semanas más tarde. Esta mujer había sido seleccionada para Cambio radical, el polémico reality de Antena 3 en el que los participantes detallan sus complejos físicos, aparecen en ropa interior color carne y después se someten, ante las cámaras, a todo tipo de operaciones quirúrgicas hasta que esa nariz grande y larga se convierte en un prodigio de proporciones, ese rostro avejentado pasa a ser el de una quinceañera o ese cuerpo con exceso de grasa se transforma en puro músculo. En el caso de Cote, su complejo era la vista. Tiene 14 dioptrías en un ojo y 13 en el otro, así que cuando escuchó la publicidad del programa pensó que era su oportunidad de jubilar las gafas de color morado que siempre se quita cuando le toman una fotografía.
Sin embargo, las gafas continúan ahí. Los médicos del programa no tocaron sus ojos. En principio, tras la intervención de nariz, pechos y mentón, iban a curar su miopía y su astigmatismo, que eran los problemas que la habían llevado allí. Hasta que todo empezó a complicarse.

LO QUE HAGA FALTA
"Fui a que me operaran de la vista y me cambiaron los pechos", dijo ayer Cote desde Algeciras, la ciudad en la que vive junto a su esposo y sus dos hijos. "Cuando llamaron del programa --continuó la exparticipante--, dejé claro que mi problema era la visión, pero me dijeron que si me operaba de más cosas tendría mas posibilidades de ser seleccionada y, con frases como 'por si acaso te escogemos, aprovecha', acabaron convenciéndome para que me cambiara cosas en las que no había pensado. Por operarme de la vista, estaba dispuesta a que me tocaran lo que hiciera falta".
Fueron esas intervenciones no demandadas pero convenidas las que produjeron que, según El Defensor del Paciente --la asociación que la ha asistido y que lleva pidiendo la retirada de Cambio radical desde que el programa comenzó a emitirse el pasado 25 de marzo--, Cote estuviera durmiendo durante tres días nada más salir del quirófano, puesto que es "hipersensible a la atropina, uno de los componentes de la anestesia".
Cuando la mujer se recuperó de las operaciones, habló con su marido --quien nada sabía de esos tres días en la uci-- y tomó conciencia de lo que había ocurrido, pensó algo parecido a esto: "Yo me muero aquí y no se entera nadie de mi familia". Entonces abandonó el programa.

La asociación del Defensor del Paciente pidió ayer a la Fiscalía General del Estado que investigue la legalidad del contrato entre los participantes del programa 'Cambio radical' y la productora del mismo, y depurar las posibles responsabilidades en el caso de una de las pacientes que acudieron al espacio. Según la asociación, el programa producido por Boomerang S.A, que emite Antena 3, viola el derecho a la intimidad de los participantes y se pone en riesgo su salud.

En el contrato -según la copia facilitada por la asociación- se establece que durante la convalecencia y hasta que la productora lo determine «no se permitirá al participante cualquier comunicación con terceros, previa autorización»; usar teléfonos o cámaras de fotos o salir al exterior de la residencia sin el acompañamiento de una persona de la productora. Además «el participante exonera a la productora, a Antena 3 y a Walt Disney Company de toda responsabilidad que pueda derivarse de cualquiera de las intervenciones médicas, y específicamente de las operaciones quirúrgicas a las que se someterá en el marco de su participación en el programa».En este sentido, añade, el paciente declara haber sido informado de que la productora es ajena a la relación médica que adquirirá con los cirujanos y demás personal sanitario, y que la intervención de la productora se ha limitado a posibilitarle el acceso a los médicos.

Por otro lado, la asociación del Defensor del Paciente pide a la Fiscalía del Estado la apertura de una investigación y la depuración de «responsabilidades a las que hubiere lugar en el caso de la paciente» A.B.C.E. Al respecto estima que Boomerang incumplió el contrato porque no le realizaron a esta mujer la operación de vista pactada y, además, la clínica concertada para las operaciones al parecer no le realizó «las pruebas que detectasen que la paciente era hipersensible a la atropina, uno de los componentes de la anestesia». Como consecuencia, en una de las operaciones perdió la consciencia y pasó tres días en la UVI, sin que la familia fuera informada «ni por la clínica, ni por el programa pasadas dos semanas», según la asociación.

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