25 noviembre 2008

Como ahorran los corruptos

Rita Barberá prohíbe los 'christmas' para ahorrar, pero se gasta 900.000 euros en coches oficiales


La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá (d), charla con Mariano Rajoy y el presidente valenciano, Francisco Camps

Curiosa manera la de Rita Barberá de afrontar las estrecheces de la crisis económica. La alcaldesa de Valencia, del PP, ha recortado el gasto en iluminación navideña en las calles de la ciudad y ha prohibido el envío de christmas por correo ordinario para ahorrar costes y dar ejemplo de austeridad.
Pero, casi al mismo tiempo, ha aprobado la compra de 29 nuevos vehículos oficiales para ella y los concejales del Ayuntamiento, de una gama superior a los del actual parque móvil municipal, por un importe de casi 900.000 euros.

Barberá, que gobierna el Ayuntamiento de Valencia con mayoría absoluta, se suma así a la fiebre del Audi que ya ha contagiado en las últimas semanas al presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño (PSOE); al del Parlamento catalán, Ernest Benach (ERC); a la presidenta de las Cortes Valencianas, Milagrosa Martínez (PP); a la vicepresidenta de la Junta de Extremadura, María Dolores Aguilar (PSOE); al alcalde de Getafe, Pedro Castro (PSOE)...

El pasado viernes, Barberá presentó los presupuestos municipales para 2009, que crecen un 3,6% -hasta los 799 millones de euros-, y que calificó de "humildes y austeros". La alcaldesa de Valencia aseguró que ha recortado el gasto en dietas, ágapes, teléfono, electricidad, alumbrado, combustible, agua y envíos postales, entre otras partidas. Y explicó, tras recordar que ha ordenado congelar su sueldo y el de los concejales porque "hay que apretarse el cinturón", que sólo ella enviará en diciembre felicitaciones de Navidad para ahorrar en sellos; el resto de los ediles y del personal municipal deberá recurrir al correo electrónico.

Lo que Barberá no dijo es que la Junta de Gobierno municipal, que ella preside, aprobó el pasado 14 de noviembre la revisión del contrato de leasing de la flota municipal de vehículos, después de que en septiembre, en plena crisis económica y sin que trascendiera públicamente, se adquiriesen 29 nuevos vehículos mediante la fórmula de alquiler con opción a compra. Ocho de esos coches oficiales serán para la oposición socialista, 20 para los concejales del PP y uno más, de gama alta, para la propia Barberá, idéntico al que utiliza el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps.

Fuentes municipales del PSOE han asegurado que el contrato de leasing le costará a las arcas municipales casi 900.000 euros, a razón de más de 220.000 euros anuales durante los próximos cuatro años. Barberá, que llegó a la Alcaldía de Valencia en 1991, ha utilizado durante estos 17 años como alcaldesa media docena de vehículos, siete si se incluye el ahora adquirido. Dos de ellos eran blindados, aunque las fuentes consultadas no quisieron precisar, por motivos de seguridad, si el último también cuenta con esa protección.

Doble vara de medir

A finales de octubre, el PP criticó con dureza al presidente de la Xunta de Galicia tras conocerse que Pérez Touriño disponía para sus desplazamientos de un parque móvil integrado por cuatro vehículos de lujo, el último de los cuales, un Audi A-8 blindado y dotado de sofisticadas medidas de seguridad, ha supuesto un desembolso de 480.000 euros. Los populares gallegos afirmaron que a Pérez Touriño "debería caérsele la cara de vergüenza", y los socialistas contraatacaron asegurando que su predecesor en la Xunta, Manuel Fraga, dispuso de dos Audi A-8 y un Volkswagen Touareg, y que el ahora senador del PP sigue disfrutando en la actualidad de este último vehículo.

El pasado 17 de noviembre, el PP también denunció que la vicepresidenta de la Junta extremeña, María Dolores Aguilar, había estrenado un coche oficial valorado en más de 68.000 euros. El escándalo alcanzó tales proporciones que el presidente de la Junta, el socialista Guillermo Fernández Vara, exigió a Aguilar que devolviese el vehículo. Pero el PP no se dio por satisfecho y reclamó un castigo "ejemplarizante" para Aguilar, es decir, su destitución.

Esta actitud contrasta con el silencio del PP ante el dispendio protagonizado por la presidenta de las Cortes Valencianas, la popular Milagrosa Martínez, que, como denunció este periódico, se ha gastado casi 280.000 euros en dos Audi A-8 para sus desplazamientos oficiales. Una portavoz de Martínez se limitó a señalar que los dos vehículos que ésta utilizaba hasta ahora "tenían muchísimos kilómetros y estaban muy viejos", y que "desde hace muchos años" todos los presidentes del Parlamento autonómico han tenido dos automóviles a su disposición.


Siento verguenza de nuestros politicos. La única manera de definirles es aplicándoles calificativos tales como "corruptos", "sinverguenzas", "nuevos ricos", "miserables" o "ladrones".

Su prepotencia y su desprecio hacia el pueblo, al que dicen representar, está llegando a límites díficiles de definir. Porque, mientras el país se ahoga en una crisis que está dejando cientos de miles de parados, miles de nuevos pobres, miseria generalizada y hundimiento general de empresas, ellos siguen en su burbuja de gastos suntuarios y de insulto a las mas elementales normas de civismo.

Les da igual. Viven de nuestro dinero. ¿Para cuando una revolución a la francesa en la cual, en lugar de guillotinar a los monarcas, se guillotine a los políticos?


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